jueves, 12 de abril de 2018

Lustrum

Esto seguramente ya lo sabes, porque tú sabías muchas cosas, pero la definición de lustro me ha parecido muy certera para describir lo que ha pasado. No dejo de pensar en ella mientras se acerca el 15 de abril. Hace casi cinco años, papá, que te moriste. En tres días será un lustro de estar viviendo con tu ausencia.  Dice la RAE que  "lustro" viene: del lat. lustrum 'sacrificio expiatorio que se hacía cada cinco años', 'período de cinco años'.

Sacrificio expiatorio... ¿Qué mayor sacrificio que el tuyo, que te fuiste a morir como de rayo? ¿que expiación sino la del dolor amargo que hemos ido supurando tus hijos y tu esposa?  Tu muerte es nuestra, y también de cada uno de nosotros.  Y si bien es cierto que los tres estuvimos ahí hasta tu último aliento, como testigos y guardianes  a la espera de la postrera sombra, también es cierto que cuando se abrió a nuestros pies el abismo de tu muerte, ninguno fue capaz de asirse del otro.

Y desde entonces los tres, a nuestro modo tratamos de expiar nuestro dolor, de aguantar el llanto, de buscar tablas de salvación en el mar del sinsentido que es tu muerte.  Siempre cerca uno de los otros pero nunca juntos. En la pena por tu ausencia estamos solos y a la deriva.

Siempre te asocié con el mar, pero apenas ahora, después de un lustro me doy cuenta que no eras el mar, eras el galeón que (ante la incertidumbre de la vida) nos llevaba a buen puerto.

Me ha tomado cinco años darme cuenta... me ha tomado un lustro...










¿cuándo acabará la expiación del sinsentido?