sábado, 28 de diciembre de 2019

Doña Carmelita

Papá,
El sábado se murió mi abuelita. Fue el día más corto del año, pero a mí me pareció un día de 36 horas.
El funeral fue largo y lleno de amor como el tuyo, pero  distinto a la vez, no sé que fue, tal vez por su fé, tal vez por su edad, pero había un aire de serenidad  (de resignación no, creo que esa no llega nunca) que no sentí en el tuyo... Aunque hablo de mi propia experiencia como su nieta, a lo mejor mis tías y mi mamá se sienten tan desenraizadas como me sentí yo con tu muerte.
No lo sé.
No sé muchas cosas.
Sólo sé que al dolor de su muerte le hice un huequito al lado del tuyo, y que los llevaré conmigo siempre.
Papá, si te encuentras a la doña por ahí, cuídala mucho, se fue más pequeña y no tan fuerte como la recuerdas, pero eso sí, igual de lista.
Dile que la quiero, y que la voy a extrañar siempre, como a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario