domingo, 25 de octubre de 2020

Mala memoria

 Papá,

Cómo sabes, estamos confinados en la casa desde marzo. Tantos meses de encierro pueden afectar la percepción del tiempo. Ya tenía días que no sabía en qué mes estaba, o el día de la semana que era, hasta que inicio Octubre.

Nuestro mes. ¿Como no saber cuándo llega?¿Cómo no desear que sea tan largo como marzo?

Creí que no se me perdería el tiempo como había venido sucediendo, pero pasó de nuevo. La semana pasada era 5 de octubre, y de repente estamos a 25.

Una parte de mi mente, tal vez la consciente, no reconoce ya la sucesión de los días, lo mismo le da 5, 15 ó 25, pero a la otra parte, esa en la que siempre estás presente me despertó hoy con la noción indudable de que hoy es 25 de octubre, y mis ojos, nada más para terminar de reforzar el punto, se pusieron a llorar.

Perdóname, no te escribía desde hace meses papá, porque no había nada importante que contarte... Bueno, hubo algo en algosto, pero no es mío para contarlo, así que no lo hice, aunque seguramente sabes de qué hablo... Pero hoy es tu cumpleaños, y aunque mis ojos se empeñen en llorar, no lo hacen porque sea un mal día. Al contrario, tu cumpleaños siempre será una buen día, te aseguraste de que fuera así a pesar de tu ausencia.

Hoy es un día para reír, comer, gozar. Para festejar tu vida, a pesar de la mala memoria de tu muerte.

Te quiero mucho.

Te extraño, como siempre.

Felicidades, y espero que te llegue la música dónde sea que te encuentres.

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